Este cuadro abstracto transmite una energía intensa y dinámica a través de una composición que combina tonos cálidos y fríos. Una línea negra profunda atraviesa diagonalmente el lienzo, evocando una fisura o una corriente en movimiento. A su alrededor, tonos ocres y azules se mezclan de manera fluida, creando contraste y profundidad. Las texturas granuladas y los matices en la superficie sugieren elementos orgánicos y procesos naturales, como erosión o combustión, añadiendo una sensación de transformación y fuerza elemental.

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